Parroquia 
Ntra. Sra. del Rosario

 FUNERAL DE ANDRÉS Y FIESTA DEL ROSARIO

Hola Andrés,

¿Qué tal? ¿Cómo te tratan por ahí arriba? Sabemos que bien, tan bien como el Padre nos tiene prometido. Y seguro que bien acompañado, con toda la gente que nos falta aquí y que tanto echamos de menos.

Hoy hace un mes que te fuiste. Muy poco tiempo para asimilar un vacío tan grande como el que nos has dejado, pero suficiente para darnos cuenta de cuán presente estabas en nuestras vidas. Y suficiente también para haber hecho el ejercicio de echar la vista atrás y ver desde cuándo hemos estado disfrutando de ti, de tu presencia callada y observadora, de tu acción humilde y en la sombra, pero efectiva como ninguna a la hora de anunciar la Palabra, de evangelizar y de sembrar la semilla de la Fe en esta Comunidad. Algunos podemos decir que toda nuestra vida.

Mira, fíjate en cuántos estamos hoy aquí. Y muchos más que no han podido venir, pero nos acompañan en espíritu. Nos hemos reunido todos en tu nombre, para celebrar tu vida, para decirte un “hasta luego”, hasta que nos volvamos a ver donde estás ahora. Toda esta gente te aprecia, te echa de menos y quiere mandarte un nuevo abrazo.

Pero claro, conociéndote como te conocemos, ya te estamos viendo mesarte la barba y mover los ojillos inquietos. Sí, Andrés, efectivamente, tienes razón; hoy también es la Fiesta del Rosario. La Fiesta de la Patrona de esta ciudad, de la Patrona de esta parroquia, bajo cuya advocación tanto trabajaste para poner los cimientos de esta templo, tanto físicos como de su Comunidad.  

Hermosa coincidencia, ¿no te parece? Poder celebrar tu vida a la vez que la fiesta de quien tanto te guio y a la que tantas veces celebraste y rezaste. Y que no suene a despedida, porque si de algo estamos seguros es de que vas a seguir estando presente en nosotros; te seguiremos recordando y comentando anécdotas; haciendo que nunca te vayas del todo.

Pues nada Andrés, lo dicho, vete avisando a toda la gente que tengas por ahí de nuestra Parroquia, id pasando, poneos cómodos y, con la emoción que nos embarga, comencemos juntos a disfrutar de la Celebración.